El credo pedagógico del profesor.

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El credo pedagógico del profesor.
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Anonim

El credo pedagógico del maestro de una institución educativa preescolar debe reflejar el hito principal en el trabajo del maestro. Antes de ir a trabajar con niños, es importante comprender su misión, tarea, es decir, determinar cómo puede contribuir al desarrollo completo de cada niño y de todo el equipo de niños.

¿Cuál es el credo pedagógico del educador DOE?

La etapa actual de desarrollo del sistema de educación preescolar lleva el trabajo del educador a un nivel completamente nuevo. Entre las habilidades más importantes de cualquier maestro, destacan, en primer lugar, la capacidad de analizar, realizar y sacar conclusiones. Los requisitos para la certificación regular de un maestro en una primera y más alta categoría de calificación de instituciones educativas preescolares también incluyen el conocimiento de la introspección.

Además de este requisito más importante de la norma educativa del estado federal, el maestro debe conocer las principales direcciones de su trabajo con los niños en edad preescolar. Una vez decididos sobre ellos, el maestro de preescolar podrá formular su credo.

El credo pedagógico del maestro DOU es el lema de trabajar con niños, por lo que debe sonar corto, pero en sentido figurado, claro, fuerte e individual. Casi cada cartera de certificación de un maestro de preescolar contiene un credo pedagógico, en el que la idea principal debe ser el amor de los niños y su profesión.

No es en absoluto los requisitos de las normas estatales, los procedimientos de certificación y las instituciones preescolares deben ser un incentivo para escribir un credo. En primer lugar, es importante que el propio maestro sea consciente de los pensamientos de su credo para el autoconocimiento y el autodesarrollo de una manera profesional y personal.

El papel del maestro de preescolar en el desarrollo de los niños.

Criar niños en edad preescolar es una gran responsabilidad. Cada niño es una persona única en la que vive un artista talentoso, un experimentador incansable y un observador inquisitivo.

Por lo tanto, el papel de un maestro de una institución preescolar puede establecerse en varios postulados. El profesor debe:

  • contribuir al desarrollo armonioso de las habilidades de los niños;

  • crear condiciones para la implementación de las creaciones individuales de cada niño;

  • desarrollar el potencial creativo, la independencia, el deseo de aprender y aprender cosas nuevas de un niño;

  • ayudar al niño a tomar conciencia de sí mismo como persona en las relaciones con otras personas y la sociedad;

  • Comprender sus acciones, predecir y evaluar los resultados.

Los niños están abiertos a todo lo nuevo y, ante todo, a la belleza y la bondad, pero al mismo tiempo son sensibles a las mentiras y la injusticia. Es importante que el maestro de preescolar se acerque a los niños con placer, para comenzar cualquier actividad con entusiasmo. No funcionará dar a los niños el primer conocimiento, jugar con ellos, desarrollarse y enseñar bien, si al maestro no le gusta el proceso en sí.

Sin embargo, es un error imaginar el trabajo de un maestro en un preescolar solo como un juego con niños. El desarrollo de los niños requiere mucha paciencia, un trabajo minucioso, para que en el equipo cada niño tenga la oportunidad de crecer como una persona real.

La observación y la sensibilidad no son cualidades menos importantes. Los ojos del niño reflejan el estado de su alma, se puede ver mucho en ellos. Para comprender el estado del niño, ser consciente de sus dificultades y poder ayudar a tiempo, el educador debe ser no solo amable, sino también vidente o, como es costumbre decir hoy, empático.

Es importante no tener miedo de alabar nuevamente al niño, incluso si su éxito es muy modesto. Esto ayudará a inculcar en los niños la confianza en sus habilidades y capacidades, y provocará un deseo de dar el siguiente paso. Es necesario que el niño confíe en el maestro, que tenga respeto y aprecio. Pero es importante justificar su confianza siempre, incluso en los asuntos más insignificantes.

Cualquier maestra de jardín de infantes, trabajando con un equipo de niños, pone un pedazo de su alma en cada niño. Calma y nerviosismo, "cómo hacer" serio e inquieto, egoísta e inquisitivo: es importante que el maestro encuentre su propio enfoque, su propia clave.

Los niños, bajo la guía de un adulto, aprenden a distinguir entre el bien y el mal, se conocen a sí mismos, a sus camaradas y al mundo que los rodea. El papel del maestro de preescolar en este proceso es enorme, porque un niño en edad preescolar pasa la mayor parte del día en el jardín de infantes. Día a día, junto con el maestro, caminan por el camino del conocimiento, estudian y aprenden el mundo, no solo durante las clases, sino también en las caminatas.

¿Qué significa ser maestro?

La característica principal de cualquier maestro es que debe amar sinceramente a los niños y a todos los niños, independientemente de sus cualidades personales. Ser un educador significa tener compasión, paciencia, un deseo de venir a trabajar y ver a los niños.

Es importante amar a cualquier niño exactamente como es, incluso si él solo de todo el grupo no sabe cómo atar cordones de los zapatos o derramar la compota sobre sí mismo. El maestro sabe que el proceso de desarrollo del niño es siempre individual y no puede equipararse con el equipo general. Tener en cuenta las peculiaridades de cada bebé es un componente necesario del trabajo del maestro de la institución educativa preescolar.

El credo de cualquier educador debe ser transmitido por la idea de que uno siempre necesita creer en las capacidades de cada niño, para ver y cultivar el bien que es inherente a la naturaleza. Es importante cultivar en ellos la autoestima y la responsabilidad de sí mismos, de sus acciones.

El equipo de niños es un mundo especial y es necesario crear y mantener una atmósfera positiva y creativa en él. Elogie, aliente, apruebe y refuerce el comportamiento productivo del niño tanto en el grupo como individualmente.

El secreto de la habilidad del maestro de preescolar es llevar a cabo el proceso educativo de manera orgánica para que los niños no sientan el impacto educativo en sí mismos. Pero al mismo tiempo, la interacción con el educador contribuiría a la formación de un "yo" armonioso propio del niño, una personalidad holística.

Los frutos del trabajo de los maestros de preescolar no surgen inmediatamente; naturalmente aparecen solo después de años. Esta profesión le da a la sociedad preparada para la vida futura de los niños, confiada, dispuesta a desarrollarse aún más.

En las condiciones de vida modernas, no es fácil ser educador, es un trabajo difícil y responsable, porque no solo se necesitan conocimientos y experiencia versátiles, sino también una gran paciencia. Es importante que el maestro de preescolar esté constantemente en una búsqueda creativa, para traer algo nuevo al trabajo y la comunicación con los niños. Además, el maestro constantemente aprende de ellos devoción, apertura, sinceridad, manifestaciones de amor.